martes, 22 de diciembre de 2009

Apoyo a los compañeros de S.O.S S.A Cordoba

El siguiente fue el volante que trabajadores del call center de la empresa (www.redsos.com.ar) y compañeros del colectivo repartieron en la puerta del edificio en la sede Córdoba.

¡S.O.S! Colgá el headset un momento y lee lo que tenemos para decirte: ¡La empresa no respeta nuestros derechos laborales! Los empleados somos los que necesitamos auxilio, no podemos seguir más en la siguiente situación: por las características de nuestra actividad, nosotros somos teleoperadores de call centers; sin embargo, la empresa lo niega ya que de esta manera puede actuar con toda la impunidad para violar lo estipulado en el convenio 451/2006 (Anexo al CCT 130/75 de comercio para el trabajo en los call centers de la provincia de Córdoba). Sus incumplimientos son:
Jornadas extensas. Según el artículo 4º de este convenio la jornada de trabajo debe ser de 6,30 hs, con un total de 39 hs semanales, distribuidas en 6 días de trabajo. En SOS, todos excedemos esas 39 hs y en algunos casos llegamos hasta 17 hs extras de lo convenido, durante los 7 días que nos imponen trabajar. Este ataque a nuestras condiciones de trabajo, a su vez, deteriora nuestra salud, aumenta la fatiga mental y posibilita el surgimiento de diversas enfermedades.
Nocturnidad. En lo que respecta al trabajo en horario nocturno (entre la hora 21 de un día y la hora 6 del siguiente), el art. 200 de la Ley 20.744 de Contrato de Trabajo (LCT) determina que la jornada no podrá exceder las 7 hs, además de abonarse el plus correspondiente.
Aguinaldo. Según el art. 122 de la LCT, deberíamos cobrar una cuota el 30 de junio y la otra el 31 de diciembre. En SOS, siempre se abona fuera de término, casi siempre a finales de enero.
Sueldo. la fecha límite que estipula la LCT (art. 128) es el 4º día hábil de cada mes, plazo nunca respetado por la empresa.
Sanciones compulsivas. En los últimos meses, el aumento generalizado de suspensiones disciplinarias arbitrarias, representan un ejercicio abusivo de la empresa. Es importante saber que según el art. 67 de la LCT los trabajadores podemos “cuestionar su procedencia y el tipo o extensión de la misma”, dentro de los 30 días de notificada. Además las suspensiones no pueden exceder los 30 días anuales.
Feriados de navidad y año nuevo, ¿por qué no podemos optar por trabajarlos o no, o en su defecto, elegir trabajar uno sólo?, ¿por qué no gozamos de un franco compensatorio por trabajar estos días “no laborables”, o percibir algún incentivo? Esta empresa factura sumas cuantiosas como para bonificar estas jornadas especiales.
La empresa se aprovecha de nuestra necesidad, de la falta de trabajo, pero por sobre todo de nuestra desorganización. Debemos exigir el cumplimiento de nuestros derechos para mejorar nuestras condiciones laborales. Perdamos el miedo, organicémonos, unamos nuestras fuerzas para denunciar y transformar nuestras paupérrimas condiciones de trabajo. Ahora es el momento.



Para mas detalles de la problematica de los trabajadores ver el articulo ¡S.O.S peor que muchos! del 16/09/2009 en este blog

lunes, 7 de diciembre de 2009

Pensamientos a la deriva

El apoyo legal y político de un sindicato, con sus pros y sus contras, históricamente le otorgó legitimidad a la organización de los trabajadores. Sin embargo, en las experiencias de lucha en los call centers, los gremios se han posicionado en defensa de los intereses del empresariado, ya sea con la firma de Convenios Colectivos de Trabajo violatorios de condiciones laborales o al imprimir una dinámica de “lucha” que desarticula cualquier tipo de organización de los trabajadores.

A partir de este posicionamiento de los gremios, me interesa preguntar, ¿qué acciones y posibilidades colectivas de cambio, fuera de la lógica empresarial y de mecanismos tradicionales de participación como la sindicalización, podemos generar? ¿Qué nuevas formas de acción y lucha se pueden pensar cuando la producción se fragmenta y la fuerza de trabajo se encuentra cada vez más precaria y móvil? y también me hago la misma pregunta que se hace Gilles Deleuze “¿podrán- los sindicatos- adaptarse o dejarán su lugar a nuevas formas de resistencia contra las sociedades de control?, ¿Podemos desde ya captar los esbozos de esas formas futuras, capaces de atacar las maravillas del marketing?”

Lema

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¿Cómo soportar el dolor que causa un encuentro humano degradado a la pura repetición?, ¿y el de dos?, ¿y el de veinte por hora? Sistemáticamente producimos desencuentros, y sí, eso duele. Mucho.
No hay posibilidad de compartir tampoco con los jefes ni con los compañeros. Encerrados en este "cono del silencio", nos quejamos, soñamos transgredir, saltar el muro, recuperar la propia lógica... luego rezamos buscando una solución mesiánica, ya que tenemos la certeza de que nuestro propio esfuerzo es el más insignificante de todos.
Somos pecadores. "Se me cortó..." "Lo busqué en la intranet y no lo encontré...". "Me pasé un minuto de break porque estaba en el baño descompuesto...".
Ante el cliente. "Disculpe la demora, señora, estaba verificando la información en el sistema". "Perdón, no lo escucho... señor... si se me corta la comunicación lo vuelvo a llamar." Muy pecadores.
Soñamos transgredir pero vivimos de infracciones, obtenemos mezquinas ventajas que nos permiten arrastrarnos hasta la última llamada del día... y vivir en infracción mortifica.

¿Y si ahora nos permitimos una pequeña trasgresión? Hablemos de alguna verdad. Ustedes lo saben y yo ya no les quiero mentir: "Su reclamo no se va a resolver en 24 horas, señor, no se va a resolver nunca. No lo revisa nadie."

"A la empresa no le importa que usted haya sido un buen cliente... usted también, al igual que yo, es un número"; "le decimos los valores sin impuestos porque no nos permiten darlos completos." "Si vive en Florencia Varela no va a tener señal" " Sí, señor, esta empresa es una mierda".

O a nuestros compañeros: "A mi también me duele la cabeza" "Te vi el otro día en la facu... yo también estudio""¿Querés un mate?"

Esto se siente bien. Creo que comencé a oír mi voz, creo que pude oír la tuya... Voy recuperando mi cuerpo y mi alma y vos el tuyo... ya no me interesa si alucino, acabo de tener la certeza que existís, la tibieza de tu mano, de que cada uno de nosotros, somos muchos.

Fragmento del libro ¿Quién Habla? Lucha contra la esclavitud del alma en los call centers. Colectivo Situaciones y otros.